13. Estatua
Ella se cansó de ser estatua de ser piedra inerte,
aunque bellamente esculpida y contemplada
en su pedestal del museo de antropología.
No se sabe muy bien cómo pero, un día al abrir el museo,
el vigilante alertó de que solo quedaba el pedestal de la estatua.
Unos dicen que hizo un pacto con Dios
y le dio vida con la condición de que se dedicara a hacer el bien
en la Tierra. La convirtió en una polilla
que al volar y batir sus alas desprendía un polvo mágico
que iluminaba la oscuridad con minúsculas
partículas fluorescentes que servían para
embellecer la tierra, desde entonces se empezó
a respetar a las polillas,
hasta entonces consideradas feas y asquerosas.
Texto: María José Herrero
(Taller de lectura y escritura creativa
del Centro Cultural Julio Cortázar. 2024)
Collage Analógico: Rosa Prat Yaque.
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